DIA 1: POR TI MISMA
Cuando está orando por ti misma –su esposa-, recuerda este modelo de buena esposa de la Biblia. Dice que ella cuidaba de su casa y la dirige bien. Sabe cómo comprar y vender y toma decisiones sabias. Ella se mantiene saludable y fuerte y se viste atractiva; trabaja con diligencia y tiene habilidad para comerciar. Ayuda a los necesitados y se prepara para el futuro. Contribuye a la buena reputación de su esposo. Es fuerte, firme, honorable y no tiene temor de envejecer. Habla con sabiduría y bondad. No es ociosa y está atenta a la marcha de su hogar. Sus hijos y su esposo la alban. Ella no descansa en encantos y belleza, conoce que el temor del Señor es lo más atractivo. Apoya a su esposo y aún tiene una vida propia fructífera que dice mucho de ella (Proverbios 31)
Esta es una mujer maravillosa, la clase de mujer que podemos ser solo a través de la capacitación de Dios y de nuestra propia entrega. En resumen es una mujer en quien su esposo puede confiar porque “ella es fuente de bien, no de mal, todo los días de su vida”. Yo creo que el “bien” mayor que una esposa puede hacer por su esposo es orar. ¿lo haras?
Oración
Señor, ayúdame a ser buena esposa. Comprendo que no tengo lo que es necesario para ser así si no tengo tu ayuda. Toma mi egoísmo, impaciencia e irritabilidad y tórnala en bondad, templanza y deseo de sobrellevar todas las cosas. Toma mis viejos hábitos emocionales, forma de pensar, reacciones automáticas, supocisiones rudas y postura de autoprotección y hazme paciente, bondadosa, buena, fiel , gentil y con dominio propio. Toma la dureza de mi corazón y rompe las paredes con tu ariete de relación. Dame un nuevo corazón y obra en mi tu amor, paz y gozo (Gálatas 5:22,23). Yo no puedo subir más alto de donde estoy en este momento. Solo tú puedes transformarme.
Muéstrame dónde hay pecado en mi corazón, en especial relacionado con mi esposo. Confieso que a veces he sido poco amable, criticona, he estado enojada, resentida, he faltado el respeto, o no lo he perdonado. Ayúdame a poner a un lado cualquier herida, enojo o desencanto que pueda sentir y perdonarlo como tú lo haces, de forma tal y completa, similar hacia atrás. Hazme un instrumento de reconciliación, paz y santidad en mi matrimonio. Capacítanos para comunicarnos bien y rescatando de la trinchera de la separación donde comienza las realidades del divorcio.
Haz que yo sea para mi esposo la ayuda idónea, compañera, defensora, amiga y apoyo. Ayúdame a crear para él un lugar apacible de descanso para cuando regrese a casa. Enséñame a cuidar de mi y mantenerme atractiva para él. Hazme una mujer creativa y segura de mi misma, rica de mente, alma y espíritu; una mujer que él puede presentar con orgullo como su esposa.
Dejo todas mis expectativas en tu cruz. Le quito la carga de que tienen que complacerme en áreas en las que debiera mirarte a ti. Ayúdame a aceptarlo como es y no tratar de cambiarlo. Comprendo que en algunas cosas él nunca cambiará, pero al mismo tiempo, lo dejo libre para que cambie en aquellas cosas que nunca pensé que pudiera hacerlo. Dejo cualquier cambio que sea necesario, que sea hecho por tus manos y acepto que ninguno de nosotros es perfecto y nunca lo seremos. Solo tú, Señor, eres perfecto y pongo mis ojos en ti para que nos perfecciones.
Enséñame a orar por mi esposo y haz de mis oraciones un verdadero lenguaje de amor. Donde el amor ha muerto, crea un nuevo amor entre nosotros. Muéstrame lo que el amor incondicional es en realidad y cómo comunicarlo de forma que él lo perciba con claridad. Trae unidad entre nosotros para que podamos estar de acuerdo a todas las cosas (Amos 3:3) Que el Dios de la paciencia y el consuelo nos conceda que tengamos el mismo pensamiento el uno hacia el otro de acuerdo a Cristo Jesús (Romanos 15:5). Has de todos nosotros un equipo, que no busquemos vida separadas, competitivas o independientes, sino más bien trabajando juntos, sin estar atentos a las faltas de cada uno y las debilidades para el bienestar del matrimonio. Ayúdanos a buscar las cosa que dan paz con las que podemos estar “en armonía y que no haya divisiones entre nosotros sino que nos mantengamos unidos en un mismo pensamiento y en un mismo propósito” (1 Corintios 1:10)
Oro para que nuestro compromiso contigo y del uno para el otro crezca fuerte y con más pasión cada día. Capacítalo a él para que sea la cabeza del hogar como tú lo creaste y muéstrame cómo apoyarlo y respetarlo a medida que él asciende al puesto de liderazgo.
Ayúdame a comprender sus sueños y ver las cosas desde su perspectiva. Revélame lo que él desea y necesita y muéstrame los posibles problemas antes que estos surja. Sopla tu vida en mi matrimonio.
Hazme una nueva persona. Señor. Dame una perspectiva fresca un punto de vista positivo y una relación renovada con el hombre que tú me has dado. Ayúdame a verlo con ojos nuevos, nueva apreciación, nuevo amor, nueva compasión y nueva aceptación. Dale a mi esposo una nueva esposa y déjame ser ella
Autor: PAG. LA ESPOSA QUE ORA
No hay comentarios:
Publicar un comentario